Estoy seguro de que en muchas ocasiones has sentido que el tiempo se te escapa entre los dedos o que no tienes unos buenos hábitos para ser lo suficientemente productivo.
¿Nunca te has preguntado porqué algunas personas parece que tengan horas infinitas cada día? Parece que una hora de su tiempo les cunde por tres o por cuatro.
Pues bien, déjame decirte que todo el mundo cuando se levanta dispone de las mismas horas cada día que tú y que yo. Cómo logras aprovechar tus horas es lo que marca la diferencia.
¿Sabes cómo lograr exprimir tus días?
Debes saber que existe una amplia lista de buenos hábitos que puedes llevar a cabo para ser más productivo y poder aprovechar el poco tiempo del que dispones al máximo, y en este artículo puedes aprender cuáles son.
¿Por qué debo aumentar mi productividad?
He de decirte que yo mismo, mientras estaba estudiando ingeniería y trabajando a la vez, tuve que buscar fórmulas que me permitieran aprovechar mejor mi tiempo. Entre las prácticas, las clases, las materias que debía estudiar y cumplir con los plazos en mi trabajo, no daba abasto y siempre estaba agobiado y estresado.
Además, algo que descubrí muy pronto es que para poder cumplir en todas las áreas de mi vida, también en lo personal, es necesario llevarlo todo al día.
Sin apenas ser consciente, me vi durmiendo menos de seis horas, sin poder tener vida social y enclaustrado en mi habitación estudiando todo el día. Así que decidí que esa no era la vida que yo quería llevar.
Pero, claro, ¿tenía que dejar mi carrera o mi trabajo para cambiar de vida? Tampoco era la solución que quería, ya que yo siempre he tenido muy claro cuál era mi vocación y no quería renunciar a ella. Por tanto, comencé a investigar y encontré una larga lista de estrategias, trucos y buenos hábitos para aumentar la productividad.
Todo lo que encontré me fue de gran ayuda, y aplicarlo me ha servido en mi negocio y, en general, en todos los proyectos profesionales y personales que he emprendido. Por ello, quiero compartirlo contigo.
Buenos hábitos que te ayudarán a cumplir tus objetivos
Lo principal que quería conseguir era librarme del estrés y de la impotencia. Al ver que estaba todo el día sentado haciendo tareas y que aún así no era capaz de cumplir mis objetivos semanales me sentía inútil, agobiado y muy, pero que muy, frustrado.
Por suerte, encontré todos estos consejos que voy a darte a continuación y logré la motivación y la fuerza para seguir adelante y cumplir lo que me proponía a diario.
¿Quieres aumentar tu productividad? No te pierdas estos buenos hábitos que te ayudarán a cumplir tus objetivos
Olvídate del correo electrónico
El correo electrónico es una gran herramienta organizativa que te permitirá almacenar documentos, mensajes y estar en comunicación con amigos, compañeros y clientes. No obstante, estar constantemente pendientes de esto puede hacer que la atención sobre nuestra tarea se disperse.
Por ello, establece un horario para revisar el correo, por ejemplo a última hora de la mañana y a media tarde, y mientras estés haciendo tus tareas, olvídate de él y limítate a lo que tienes entre manos.
Elimina las notificaciones de nuevo correo en tu PC o móvil, porque seamos sinceros, ¿quién se resiste a abrir un correo cuando vemos la notificación?
Automatizar tu buzón creando reglas que gestionen algunos de tus correos o programando los envíos también te ayudará. Por ejemplo, puedes marcar como importantes los correos de un cliente importante o escribir varios correos a la vez programándolos para que se envíen en diferentes momentos del día.
Instaura la monotarea en tu vida
La multitarea es uno de los lastres más grandes con los que vas a encontrarte en toda tu vida. Realmente, casi todas las empresas piden que la persona sea capaz de llevar a la vez varias cosas. Sin embargo, antes de aprender esto debes tener bien fundamentados tus conocimientos.
Por tanto, cuando estés estudiando o haciendo algún trabajo o proyecto céntrate en una única tarea y solo cuando la acabes ponte con la siguiente.
De esta manera, tu atención y tus cinco sentidos estarán dirigidos a lo que tienes entre manos y no tendrás que dividir esfuerzos entre varias cosas. Además, te aseguro que al intentar hacer varias cosas a la vez no consigue hacerse ninguna bien.
Es importante aprender a trocear correctamente lo que quieras hacer en tareas pequeñas, que se puedan realizar en bloques de tiempo que no superen la hora.
Haz listas, prioriza y actúa
En muchos casos, la baja productividad se debe a una falta de buenos hábitos a la hora de estudiar o abordar la tarea en cuestión y a una mala organización. Es muy probable que hasta niveles superiores de estudio o de trabajo no te haya sido necesario organizarte bien, pero te aseguro que al llegar a estos niveles te será absolutamente imprescindible.
Por este motivo, quiero aconsejarte que dediques media hora de tu tiempo a hacerte una lista con todas las cosas que tengas que hacer. Sin orden, simplemente apunta todo eso que tienes en mente y que no sabes bien cómo vas a llevar a cabo.
Después de esto, mira tu lista y ponte a jerarquizar todo lo que has apuntado. Como bien sabrás, deberás poner lo más importante y urgente en primer lugar y, basándote en estos factores, ir escribiendo en orden todas las demás.
Una vez que hayas conseguido poner en orden tus tareas estarás preparado para pasar a la acción e ir tachándolas una por una conforme las vayas acabando. Al final del día te sentirás satisfecho al mirar el progreso que has logrado.
Utiliza una agenda o aplicación para gestionar tus tareas
Esto, aunque pueda parecer una tontería, puede marcar una gran diferencia entre el fracaso o el éxito. Te aseguro que cada semana tendrás entregas, trabajos, reuniones con clientes, llamadas y muchas otras cosas a que dedicar tu tiempo. Por ello, tener una agenda o una aplicación donde organizar todo lo que debes hacer es primordial para no dejarte nada atrás.
No eres omnipotente, no puedes acordarte de todo y, menos aún, antes de acostumbrarte a toda la presión que tienes o que vendrá. Así pues, ya sea una agenda en papel, en el móvil o usando cualquier aplicación de planificación de tareas, apunta en algún sitio todas las fechas importantes, límites de entregas, etc. Y, junto con la lista que debes hacer cada semana, ve organizando por días los diferentes quehaceres.
Te aseguro que si cumples esto dispondrás de mucho más tiempo libre y tus resultados serán mucho mejores.
Empieza siempre por lo más importante
No es ningún secreto que tu mente está más activa cuando comienzas a trabajar que cuando llevas varias horas concentrado. Por esta razón, todo el mundo te dirá que debes tener en cuenta que las tareas más importantes y más urgentes que tengas que hacer deberán ser de las primeras con las que debas ponerte.
Y no les falta razón.
Pero si me permites, añadiría que en primer lugar intentes hacer algo que sea más simple, aunque no sea lo más importante. De esta forma le das tiempo a tu cerebro a adaptarse y a coger ritmo. ¿Verdad que un futbolista no salta al campo sin haber calentado?
Después ya puedes aprovechar el momento en que tu mente esta más fresca, y con ritmo, para enfrentarte a aquello realmente importante y cuando lo acabes sentirás un alivio enorme. Esto aumentará tu motivación para seguir con el resto de tareas, evitando el agobio y el estrés.
Aparta las distracciones
Este hábito va muy en la línea del primero, el del correo electrónico, pero en este caso aplica a las demás distracciones. Y créeme, tenemos muchas. Todos tenemos smartphones, redes sociales, juegos, ordenador… Esto, aunque tenga muchas cosas muy positivas, puede hacerte perder muchísimo tiempo.
Así que, si quieres cumplir con tus objetivos mete tu móvil y cualquier otro dispositivo electrónico en un cajón mientras estás concentrado en tus tareas. También existen aplicaciones para tu PC que eliminan cualquier distracción mientras estás trabajando por ejemplo en la redacción de un documento.
Te aseguro que tu tiempo te cundirá muchísimo más y la calidad de los resultados se incrementará notablemente.
No eres una máquina, también tienes que descansar
Dependiendo de si estudias o trabajas y de cada caso en particular, tu horario puede ser irregular. Cada día dispondrás de diferentes tramos horarios para hacer determinadas tareas. Por ello, vete a la parte de los horarios de tu agenda y planifica las horas de trabajo de las que dispondrás cada día.
Una vez que tengas esto claro, programa los descansos. Hacer descansos de 20 minutos o media hora cada 2 horas y media de trabajo aproximadamente es un hábito muy saludable. Nuestro cerebro es un órgano, no una máquina. Por tanto, también necesita descansar de vez en cuando.
Intenta no coger el móvil ni ningún aparato electrónico durante los descansos. Lo ideal es que salgas a pasear a tu perro, o simplemente a tomar el aire. Así conseguirás despejarte pero sin perder la concentración.
Levántate temprano
Siento comunicarte que si no eres un buen madrugador, deberás comenzar a serlo. Se ha demostrado que levantarse temprano es un factor clave para aprovechar el día. Independientemente de que tengas o no tengas obligaciones en este tramo horario, deberás levantarte temprano para que te dé tiempo a hacer todo lo que tengas que hacer.
Y no quiero entrar aquí en la discusión sobre si es mejor trabajar por la mañana o apurar las noches. Cada cual sabe en que horarios es más productivo pero déjame decirte que aunque yo me consideraba nocturno, note un gran cambio cuando empecé a acostarme temprano y a levantarme a las 5AM.
Así pues, hazte con un buen despertador y programa la alarma bien temprano. Esto hará que puedas levantarte, lavarte la cara, asearte, desayunar y después, bien espabilado, ponerte a hacer tus tareas (que habrás planificado la noche anterior). Un consejo es que lo hagas también los fines de semana.
Es obvio que habrá días en los que te acuestes más tarde y madrugar te sea imposible, pero intenta siempre ponerte una alarma que te despierte a una hora más o menos prudente. Así tu cuerpo podrá hacerse a este hábito más fácilmente. Y los fines de semana que no te acuestes tan tarde, prográmala para descansar durante ocho horas y ¡al tajo!
Revisa tu productividad cada día
Es cierto que cuando yo empecé a llevar a cabo estas rutinas, al principio me resultaba muy difícil y buscaba excusas todo el rato para no cumplirlas. Sin embargo, al poco tiempo me di cuenta de que, efectivamente, estaban funcionando.
Cuando me paré a revisar las tareas que había completado me di cuenta de que, en una semana y media que llevaba siguiendo todos estos consejos, había conseguido avanzar más que en las tres semanas anteriores. Esto fue un punto a favor para mi motivación ya que pude darme cuenta de que las semillas se estaban plantando adecuadamente.
Así pues, seguí buscando otros consejos que podía seguir para mejorar aún más mi rendimiento y entonces fue cuando encontré otras pautas, pero esta vez más relacionadas con la salud.
Los buenos hábitos saludables te ayudarán a conseguir tus objetivos fácilmente
Después de incluir en mi ADN todos los hábitos que estaban relacionados con la organización, me pregunté si habría otras formas de incrementar mi productividad. Fue entonces cuando me puse a investigar de nuevo y encontré buenos hábitos saludables que podrían incidir positivamente en mi rendimiento.
La verdad es que al principio estaba un poco escéptico, pero después me di cuenta de que sí funcionaban y ahora los tengo tan asimilados que no me imagino una vida sin estas rutinas.
Buenos hábitos saludables que debes incluir en tu rutina diaria si quieres aumentar tu productividad
Empieza el día con un desayuno saludable
Las funciones cognitivas están muy relacionadas con la primera ingesta del día. Por ello, tu desayuno debe ser equilibrado para permitir que tu mente y tu cuerpo funcionen correctamente. De hecho, estos alimentos podrán incrementar tu capacidad de concentración y, si no te lo crees, haz la prueba.
Así pues, desde mi propia experiencia te recomiendo que en tu desayuno incluyas:
- Fibra dietética.
- Proteínas.
- Hidratos de carbono.
- Antioxidantes.
- Agua.
- Vitaminas y minerales.
Esta mezcla beneficiará a tu metabolismo y hará que tu mente tenga los nutrientes necesarios para funcionar con un óptimo rendimiento.
Haz ejercicio
Algo muy importante y que muchas veces pasamos por alto es el hecho de practicar ejercicio. Es muy beneficioso para la mente hacer ejercicio unos 20 o 30 minutos cada día. A mi me ayudó a regular el estrés, la ansiedad y a liberar mi mente durante al menos un rato.
Todo esto te hará estar mucho más activo a la hora de enfrentarte a tu lista de deberes. Esto se debe, principalmente, a que el ejercicio mejora el rendimiento y actividad intelectual. Lo cual es muy importante si quieres aumentar tu productividad.
Bebe el agua suficiente
En muchas ocasiones, cuando nos ponemos a hacer nuestras tareas, nos olvidamos de beber agua. Esto es algo muy perjudicial ya que la falta de hidratación perjudica a nuestras células e impide que tengan un correcto desarrollo.
Por ello, debes prestar atención y beber agua regularmente mientras estés centrado en aquello que tienes planificado. Esto te permitirá tener en buenas condiciones a las células que funcionarán correctamente. También las células cerebrales estarán mejor hidratadas, lo cual repercutirá beneficiosamente sobre la capacidad cognitiva.
Y, por último, esto permitirá que el proceso de oxigenación de tu cuerpo se realice adecuadamente. Esto es muy beneficioso ya que reducirá la sensación de fatiga y cansancio continuo.
Duerme bien y suficiente
Dormir poco o dormir mal es uno de los grandes enemigos del buen rendimiento. Debes procurar dormir cada día al menos ocho horas y que tu descanso sea óptimo. Esto es un factor clave para poder afrontar el día con energía y ganas.
De lo contrario, no serás capaz de concentrarte y todo lo que hagas te servirá de bien poco. Si no duermes adecuadamente, tu cerebro no funcionará como podría hacerlo, ya que no tendrá la energía suficiente para ello.
Conviértete en un emprendedor de alto rendimiento
En mi caso personal, poco a poco vi como todos estos hábitos y rutinas tenían un efecto muy poderoso sobre mí. La verdad es que si no hubiera incorporado estos buenos hábitos a mi día aún estaría lamentándome de no tener tiempo. Además, como asimilé todo esto como algo normal en mi comportamiento, ahora lo tengo automatizado y ni tengo que pensar en hacerlo.
Se habla mucho sobre los emprendedores de alto rendimiento. Personas, como tú y como yo, que logran un estado en el que son capaces de rendir más de lo que están acostumbrados. Son su mejor versión.
Yo ahora me siento muy próximo a este estado buena parte de mi jornada, y me gustaría que tú también pudieses sentirlo.
Por tanto, si quieres triunfar en tu negocio y también tu vida, ponte manos a la obra y comienza a implementar estos buenos hábitos en tu día a día. Podrás observar cómo tus resultados son más que positivos y satisfactorios.
¡Ya me cuentas como te va!
Josep
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